Cuando sanar la piel es sanar el alma.

Esta tarde, tuvo una reflexión y he querido compartirla con ustedes:
Estoy terminando de leer Los Cuatro Acuerdos, y al final del libro encontré una reflexión sobre la piel sana que se ha quedado grabada en mi mente. Me hizo conectar profundamente con pensamientos que tuve en su momento, cuando mi acné me hacía sufrir.
Recuerdo el miedo irracional que tenía - en ese entonces - de encontrar al amor de mi vida y que, al acariciar mis mejillas, sintiera mi piel como la superficie de la luna, llena de cráteres profundos. Hoy, ese miedo me parece sin sentido, pero en aquel entonces, mi piel definía mi manera de estar en el mundo.
Ahora, desde esta nueva versión de mí, con una piel sana y fuerte, entiendo cuánto valoro el contacto. Puedo abrazar sin miedo, sin restricciones, sin esa sensibilidad extrema que me hacía cuidarme de todo: de mis propias manos, de las de los demás, del roce con cualquier cosa que pudiera irritarme. Me doy cuenta de que lo mismo sucede con el corazón cuando cargamos dolor o resentimiento. Nos protegemos del más mínimo acercamiento, nos escondemos, nos cubrimos para que nadie vea nuestra vulnerabilidad. Sentimos que abrirnos nos debilita, que mostrarnos nos puede romper.
Esta reflexión conecta profundamente con el propósito de For All Folks, porque cuidar la piel es también una forma de cuidar nuestro bienestar emocional y personal. Así como una piel sana invita al contacto, la cercanía y la confianza, un corazón libre de resentimientos nos permite abrirnos a los demás sin miedo a ser lastimados.
El cuidado de la piel es mucho más que una cuestión superficial: es un acto de amor propio y una herramienta para sanar en todos los aspectos. Así como limpiamos, nutrimos y protegemos nuestra piel, en ese proceso también podemos limpiar nuestras emociones, nutrir nuestras relaciones y proteger nuestra paz interior. Al final, la forma en que cuidas tu piel es un reflejo de cómo cuidas de ti mismo.
Cuando tu piel está sana, te sientes libre para abrazarte y abrazar a los demás. Estando en FAF he aprendido que la verdadera belleza empieza desde adentro: una piel cuidada, un corazón ligero y un bienestar que se siente en cada paso.
Probablemente ahora mismo solo veas un envase de Face Cream. Para mí, es mucho más. Es el acercamiento a una versión mejorada de mí, a un estilo de vida donde el cuidado personal está conectado con la paz interior y la conexión emocional. Un espacio donde me valoro, me amo y me cuido. Sin esconderme. Sin taparme. Abierta a todas las maravillas que el universo y la vida tienen para mí.
Abrazo,
Maca, (socia de For All Folks)